Al subir por la escalera
una pulga me picó,
la agarré por las orejas,
la tiré por el balcón.
Taco, taco,
al que le toque el número cuatro.
Uno, dos, tres y cuatro.
Esta semana hemos elegido otro, también de tradición oral.
Yo tengo un tío caramelero
que siempre que voy me da un caramelo.
Chupa que te chupa, que bueno está,
tío dame otro para merendar.
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